Chase Elliott enfrentó una reacción significativa por su largo período sin victorias mientras corría por la HMS. El campeón de la NASCAR Cup Series de 2020 finalmente rompió su racha de 42 carreras sin victorias en el Texas Motor Speedway el pasado domingo. Demostrando madurez, Elliott maniobró hábilmente por la pista, logrando repeler los desafíos de Denny Hamlin y Ross Chastain para asegurar la sexta victoria del equipo No.9 en la era Next-Gen.
Esta victoria marcó la primera victoria de Elliott desde la carrera de playoffs en Talladega en 2022. Desde entonces, su falta de consistencia ha sido un tema prominente de discusión. La temporada 2023 terminó sin una victoria para Elliott, y no logró asegurar un lugar en los playoffs. Un accidente de snowboard antes de la tercera carrera del año pasado impactó significativamente en su desempeño, requiriendo un tiempo extenso para recuperarse y recuperar impulso.
Alan Gustafson, el jefe de equipo de Chase Elliott, cuestionó la idea de que Elliott había tenido dificultades con el auto Next-Gen. En respuesta a preguntas de los medios, Gustafson enfatizó los logros de Elliott y se involucró en una discusión. Destacó que Elliott ganó cinco carreras y el campeonato de la temporada regular en 2022. El accidente de snowboard fue el único factor que detuvo su impulso en 2023. Gustafson también resaltó la sólida posición promedio de Elliott y los resultados en 2024 hasta el momento.
Durante todo este período, el piloto de la HMS enfrentó críticas sustanciales, especialmente de los medios, en relación con su desempeño y habilidad para manejar los autos Next-Gen. Sin embargo, después de su victoria en Texas, el jefe de equipo se adelantó para abordar y desafiar esas críticas.
Con su reciente victoria, Chase Elliott se ha unido a la conversación por el campeonato junto a sus compañeros de equipo Kyle Larson y William Byron. Avanzando, él tiene la intención de competir por más victorias en las próximas carreras, posicionándose favorablemente para un posible triunfo en el campeonato.