Erik Jones anhela la intensa rivalidad que la NASCAR solía tener en el pasado, como las legendarias batallas entre Jeff Gordon y Dale Earnhardt. La NASCAR ha carecido de tales rivalidades en los últimos años. Jones, un piloto de Legacy Motor Club, cree que un enfrentamiento entre dos figuras destacadas en el deporte podría ser beneficioso.
Chase Elliott y Denny Hamlin son dos de los nombres más grandes de la NASCAR. Elliott, que tiene una enorme base de fans entre los entusiastas hardcore de la NASCAR, ha ganado consistentemente el premio al piloto más popular desde la jubilación de Jeff Gordon. Por otro lado, Hamlin es tan conocido como desagradable debido a sus acciones controvertidas en la pista.
Jones cree que la combinación de la fama de Elliott y Hamlin, junto con sus personalidades contrastantes de buen chico y chico malo, haría que su rivalidad fuera muy divertida. Él cree que los fans estarían emocionados de presenciar sus acalorados enfrentamientos y momentos impredecibles.
Al igual que muchos fans de la NASCAR, Jones anhela una rivalidad al nivel de la icónica disputa entre Jeff Gordon y Dale Earnhardt en los años 90. Sus intensas batallas por campeonatos atrajeron a un gran número de fans al deporte.
Jones está en lo correcto en su afirmación de que la NASCAR necesita una rivalidad de alto perfil, y su elección de Elliott y Hamlin es acertada. Esta rivalidad podría ser comercializada como un enfrentamiento entre el favorito de los fans amado y el villano del deporte, un papel que Hamlin ya ha abrazado. Con la ayuda de una serie documental de la NASCAR en Netflix, esta rivalidad podría ser promovida de manera efectiva.