Poco después del inicio de la carrera, comenzó a salir humo del coche de Verstappen, y Carlos Sainz lo adelantó rápidamente.
Christian Horner, jefe de Red Bull Racing, abordó la situación después de la aparente conversación acalorada de Max Verstappen con un mecánico en el Gran Premio de Australia.
Este incidente ocurrió después de que Verstappen, que iba liderando la carrera y a punto de conseguir su décima victoria consecutiva en la Fórmula 1, tuvo que retirarse prematuramente debido a un problema mecánico.
Justo después del inicio de la carrera, el coche de Verstappen comenzó a emitir humo, y Carlos Sainz lo adelantó rápidamente.
Las cosas empeoraron cuando sus frenos se incendiaron, obligándolo a detenerse y abandonar la carrera.
Después de quitarse el casco, Verstappen pareció tener una conversación seria con un mecánico, durante la cual pareció decir la palabra «estúpido».
A pesar de esto, Horner defendió a Verstappen, afirmando: «Naturalmente, un piloto estará frustrado cuando tenga que abandonar la carrera.»
Elogió la actitud de Verstappen hacia el equipo y los mecánicos, destacando su amabilidad a pesar de la frustración.
Horner habló sobre la decepción compartida por el equipo y enfatizó la importancia de aprender de este incidente.
También mencionó el impresionante historial del equipo de evitar fallos mecánicos en carreras en los últimos dos años.
Verstappen mismo proporcionó información sobre los problemas que encontró durante la carrera.
El equipo Red Bull de Christian Horner todavía enfrenta incertidumbres a medida que la FIA se involucra.
Reveló que uno de los frenos de las ruedas presentaba mal funcionamiento desde el inicio, comparándolo con «conducir con el freno de mano puesto».
Él relatou un momento peculiar en el que su carro estaba en llamas y hubo una discusión sobre hacer una parada en boxes, en la cual cuestionó el razonamiento, diciendo: «¿Por qué estamos haciendo una parada en boxes mientras el carro está en llamas?»