La organización de MotoGP tomó la difícil decisión de cancelar la carrera sprint del Gran Premio de Australia debido a los fuertes vientos en Phillip Island, lo que hizo imposible celebrar la carrera. Esta era una situación que ya se sabía que era posible considerando los pronósticos del tiempo, por eso la carrera principal se reprogramó para el sábado. El director de carrera, Mike Webb, admitió que no había otra decisión posible.
El oficial explicó que el viento hizo imposible celebrar la carrera, dada la información previa de que sería desafiante, basada en la experiencia de 2019: ‘No tuvimos otra opción al final. Sabíamos que el pronóstico era, y extrañamente para aquí, ha sido consistente durante toda la semana de que esto iba a suceder el domingo. Y por eso cambiamos anticipadamente la carrera [para el sábado]. Las condiciones resultaron ser lo que se predijo. Solo para ser claros, la lluvia nunca fue un problema, es el viento, y sabemos por experiencias pasadas, especialmente aquí, y especialmente con el viento en esa dirección en particular, que la Curva 1 y las curvas 7/8 son muy difíciles. Ya hemos tenido esta experiencia en 2019, cuando detuvimos la clasificación de MotoGP por la misma razón. Así que estábamos conscientes’.
Luego, Webb afirmó que la intensidad del viento permitió el inicio del domingo, pero su aumento hizo que las condiciones fueran impracticables: ‘Sabiendo cómo eran las condiciones de viento en 2019, cuando tuvimos mal viento por última vez, cómo ha sido todos los días este fin de semana y durante esta semana, y durante hoy, con las actualizaciones tan rápidas como nos las pueden dar, el viento estaba por debajo del nivel de 2019 y era razonable para el comienzo del día. Para cuando hubo una ráfaga… bueno, hubo ráfagas en todo momento y la carrera de Moto2 se detuvo por eso, bastante obviamente’.
Según el piloto británico, las condiciones solo empeoraron después de esa bandera roja: ‘Todo el día estuvimos monitoreando cuál era la condición constante del viento y cuáles eran las ráfagas máximas, y ese número fue aumentando lentamente durante el día. Después de detener una carrera por condiciones de viento, a menos que mejorara, no había forma de comenzar otra carrera, y no mejoró, empeoró. Así que, al final, no tuvimos otra opción’.