Thomas Schäfer, CEO de VW, y miembro del Consejo de Administración del Grupo VW, no es hombre de medias palabras cuando se trata de consorcio empresarial que representa. Fue, por ejemplo, el primero en dejar «escapar» que Seat dejaría de ser un fabricante de automóviles en el sentido tradicional del término, mucho antes de que fuera noticia. Y tampoco se anda con rodeos cuando entiende que es necesario apuntar «hacia adentro», para criticar el rendimiento reciente de la marca que lidera desde julio de 2022: «Con muchas de nuestras estructuras, procesos y costos preexistentes, hemos dejado de ser competitivos», afirmó el alemán de 53 años en una reunión de emergencia en Wolfsburg, según informó la agencia Reuters.
Esta declaración, que rápidamente se difundió por todo el mundo, supuestamente se hizo en una conversación con varios miembros del Consejo de Administración del grupo, y en discusión con Gunnard Kilian, miembro del consejo de administración responsable de recursos humanos, defensor de una apuesta por procesos de reforma anticipada o parcial para reducir costos. Schäfer pretende lograr ahorros de 10 mil millones de euros y un margen operativo entre el 9% y el 11% hasta 2030, y considera que «no será suficiente sin recortes significativos». El plan de reestructuración de la empresa será fundamental para acelerar el lanzamiento de la plataforma SSP, que servirá a una nueva generación de modelos en segmentos fundamentales, incluido el nuevo Golf, exclusivamente eléctrico.