En MotoGP, los equipos tienen a su disposición una gran cantidad de información sobre el rendimiento de la motocicleta, con múltiples sensores y datos en tiempo real que ayudan a evaluar el rendimiento en cualquier momento dado.
Sin embargo, no todos los factores son controlables, y uno de esos factores es la mente del piloto. Ramón Forcada, un ingeniero que ha trabajado con varios pilotos destacados, explicó en el podcast Dura la Vita que este es el aspecto más difícil de manejar y, al mismo tiempo, el más importante:
– Es el más difícil, pero no hay sensores para eso. La moto ahora, no sé cuántos canales tiene porque supongo que ha aumentado como todo. Pero cuando dejé MotoGP, teníamos 490 canales. Imagina la cantidad de información que podrías tener de la moto, 490 piezas de información diferentes. Pero el sensor para el sentimiento, para decir «no puedo confiar en ello, no lo siento», esto nunca existió y nunca existirá. Y al final, todo lo que ves en la pantalla, que es bastante, carece de que el piloto confíe o no en ello, o de que le ayude o no le ayude. Y eso es lo más importante.
En este sentido, Ricard Jové, quien también formaba parte de la conversación, añadió: ‘La clave de todo, el núcleo, es el piloto y el técnico. Todo lo demás son satélites que podemos añadir. Pero la relación técnico/piloto es el núcleo de un equipo. La clave es la confianza entre el técnico y el piloto. Y cuando hay momentos difíciles, si esa relación se debilita, si el piloto comienza a desconfiar del técnico y viceversa, si el técnico se siente ofendido porque el piloto piensa que el problema está todo en la moto, o si ven que están pensando… ahí es cuando comienzan los problemas. Y puede haber personas que puedan manejar a otros a su alrededor -directores, entrenadores, asistentes, familiares- pero la clave está en esa relación‘.