Después de dos años en Ducati que no dieron los resultados deseados en un tiempo oportuno, Jorge Lorenzo se mudó a Repsol Honda en la temporada 2019 de MotoGP. Allí encontró al entonces cinco veces campeón mundial de MotoGP, Marc Márquez, como su compañero de equipo, en el equipo líder del paddock.
Más de cuatro años después de su última temporada de MotoGP, el tres veces campeón del mundo admitió en el podcast Tengo un Plan que vivió el 2019 con mucha intensidad: ‘Siempre he sido muy observador, y creo que es información gratuita, prácticamente no cuesta nada. Hasta que se volvió obsesivo, en 2019 prácticamente no viví; todo era trabajo y dedicación. Realmente quería ganar con esa Honda que retiró a tantos pilotos: retiró a [Dani] Pedrosa, Pol Espargaró, campeones del mundo dobles. Joan Mir también está teniendo muchas dificultades, y Marc Márquez no tuvo otra opción más que irse, y también me retiró a mí’.
Lorenzo admitió que desarrolló una obsesión, cuando es necesario encontrar un equilibrio: ‘Estaba obsesionado, solo trabajaba, y eso es otro tema: siempre tratando de encontrar el compromiso entre disfrutar y disciplina. Y eso no es fácil; a veces no estaba feliz porque trabajaba demasiado. También deben haber momentos en los que te permitas tener caprichos, alguna pequeña recompensa que te des por un trabajo bien hecho, alguna fiesta, comer mal un día, ir al cine, momentos de felicidad y ocio, o si no tu cabeza explotará’.