Aleix Espargaró tuvo una carrera para olvidar en el Gran Premio de Australia de MotoGP. Terminó octavo, más de nueve segundos detrás del ganador, para su gran decepción. Sin embargo, no culpa al cambio de horario.
Debido a los pronósticos de mal tiempo el domingo, la carrera principal se reprogramó para el sábado, lo que significó que los pilotos no tuvieron tantas oportunidades para prepararse. No hubo carrera de sprint ni calentamiento antes como de costumbre.
A pesar de las dificultades en la Aprilia, Espargaró enfatizó que hubo mucho tiempo de preparación, cuando se le preguntó si el horario tuvo un impacto: ‘No, no, no hay excusas. Tuvimos mucho tiempo el viernes con condiciones muy agradables, también el FP2. Nada cambiaría si corriéramos el domingo’.