Después de la lesión que sufrió el fin de semana pasado en Losail, Aleix Espargaró se debilitó durante la última ronda del Campeonato del Mundo en Valencia y confesó que tuvo muchas dificultades, especialmente en las curvas de mano izquierda.
Analizando su rendimiento en el circuito de Valencia, el piloto de Aprilia, que terminó octavo en la carrera, dijo: «Fue muy duro. Sentí mucho dolor, especialmente después de que la carrera estuviera a mitad de camino, donde apenas podía usar las marchas. En las curvas de mano derecha pude recuperar mucho terreno, pero en las de mano izquierda fue una pesadilla durante toda la carrera, pero logré terminar la carrera».
Si el dolor por sí solo no ayudaba, este problema se vio agravado por otro: «No solo era el dolor, sino que no podía cambiar de marcha en la moto y fue una pesadilla en las curvas de mano izquierda. Si hubiera habido dos vueltas más, creo que me habría ido directo. Perdí casi 2 segundos por vuelta en las últimas dos o tres vueltas, pero estoy contento porque a falta de cinco vueltas estaba a seis segundos del líder [Pecco Bagnaia]».
Aun así, el balance es positivo: «A pesar de los problemas fui muy rápido durante toda la carrera, estoy orgulloso, y mis neumáticos también estaban muy bien, pero no pude pilotar correctamente en las últimas cinco vueltas».