La defensa pública de Fernando Alonso sobre su manejo durante el Gran Premio de Australia fue un típico ejemplo de autopromoción. Sin embargo, solo tocó la verdadera naturaleza del incidente que resultó en el accidente de George Russell y en la penalización recibida por Alonso. La afirmación de Alonso de que estaba intentando optimizar su salida de la Curva 6 es la única parte de su razonamiento que se sostiene bajo escrutinio. Estaba involucrado en una batalla reñida con un coche más rápido, lidiando con problemas de batería en su propio coche, y sabía que la mejor oportunidad de Russell para adelantarlo sería con el DRS abierto en la sección de alta velocidad de la Curva 6 a la Curva 9. Al desacelerar intencionalmente en la Curva 6, Alonso esperaba interrumpir el impulso de Russell y evitar un adelantamiento fácil.
Desde el punto de vista de Russell, la conducción de Alonso podría ser vista como una prueba de freno, aunque Russell mismo no fue tan lejos en sus comentarios a los medios. Russell estaba siguiendo de cerca al Aston Martin y describió la maniobra de Alonso como «errática» ante los comisarios. Explicó que esto lo tomó por sorpresa y cerró la brecha entre los dos coches de manera inusual, lo que llevó a una pérdida de carga aerodinámica y, finalmente, causó el accidente.
Aston Martin pospuso su sesión de medios post carrera después de la audiencia, por lo que su posición oficial sobre el incidente no es conocida. Alonso expresó decepción por la penalización recibida, afirmando que sus acciones fueron simplemente el resultado de una carrera dura pero justa, y que cualquier piloto habría hecho lo mismo. También recurrió a las redes sociales para defender aún más su manejo, afirmando que los comisarios no tenían derecho a cuestionarlo y comparando el incidente con sus pasadas conducciones defensivas «épicas».
Aunque la etiqueta de carrera permite retrasar a un rival al pasar más despacio por una curva crítica, las acciones de Alonso fueron un gran error. Los comisarios reconocieron que Alonso tenía derecho a cambiar su enfoque en la curva, pero también afirmaron que lo que hizo fue «extraordinario» y más allá de lo necesario. Concluyeron que sus acciones eran potencialmente peligrosas, dada la naturaleza de alta velocidad de esa parte de la pista, y que merecía la penalización recibida.