La polémica en torno al aumento de los aranceles a los vehículos eléctricos chinos por parte de la Unión Europea (UE) sigue siendo objeto de debate, y China afirmó hoy que no hay precedentes para la cantidad y el tipo de información solicitada por la Comisión Europea (CE) en el marco de la investigación sobre los subsidios otorgados por el Estado chino a los fabricantes de vehículos eléctricos.
«El tipo, el alcance y la cantidad de información recopilada por la parte europea no tienen precedentes y superan con creces los requisitos de la investigación», reveló el portavoz del Ministerio de Comercio de China, He Yadong, en una conferencia de prensa.
El mismo funcionario afirmó que la CE exigió detalles sobre los componentes y las fórmulas de las baterías, los costos de producción de los vehículos, el suministro de piezas y materias primas, los canales de venta y los métodos de fijación de precios, los datos relacionados con los clientes en Europa y la estructura de las cadenas de suministro.
«Durante la investigación, la CE ha indicado repetidamente que la falta de cooperación resultaría en una decisión desfavorable, obligando a las empresas a entregar esta información», acusó el portavoz.
A pesar de que las empresas chinas han cooperado «en la medida de lo posible», la Comisión «sigue acusándolas injustamente de no cooperar plenamente y ha impuesto altos aranceles como castigo».
«Las empresas chinas están impactadas y desilusionadas», añadió el portavoz, acusando a la CE de «no tener una base objetiva y jurídica, violar las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y perjudicar la competencia leal, la transformación ‘verde’ global y la cooperación abierta».
Recordemos que la CE anunció recientemente tarifas adicionales del 21%, en promedio, sobre las importaciones de automóviles eléctricos chinos, ofreciendo una tasa más baja a las empresas que cooperaron – BYD, 17,4%, y Geely, 20% – y una tasa más alta del 38,1% a las que no cooperaron, como SAIC.