El invierno ha sido «caliente» en la Fórmula 1. Después de la sorpresa del anuncio de Lewis Hamilton en Ferrari en 2025, Christian Horner ha acaparado titulares al poner en serio riesgo su puesto como jefe de equipo de Red Bull debido a presunto «comportamiento inapropiado». Incluso se especula sobre quién podría sucederle.
La revista Motorsport-Magazin informa que el británico ha «perdido apoyo» dentro de la empresa y podría ser reemplazado de forma interina por Jonathan Wheatley, actual director deportivo. El futuro de Horner dependerá de los resultados de la investigación independiente que ya se ha iniciado.
El periódico Bild informa que la presunta conducta en cuestión habría sido el envío de imágenes inapropiadas a una empleada, pero la Associated Press destaca que todo está relacionado con un estilo de gestión agresivo por parte de Horner. Todo son teorías y rumores, al igual que la tesis de que se le habría aconsejado renunciar voluntariamente.
Horner ha sido el jefe de equipo de Red Bull desde el inicio del proyecto en 2005, habiendo participado en la conquista de siete títulos de pilotos y seis de constructores. Si se va, eso también podría implicar el destino del director técnico Adrian Newey, ya que, según el periodista Joe Saward, sus contratos estipulan que si uno se va, el otro también puede hacerlo.