La jornada de Fabio Quartararo con Yamaha durante la apertura de la temporada 2024 de MotoGP en Qatar destacó una creciente preocupación dentro del equipo. A pesar de comenzar la temporada con optimismo, impulsado por concesiones y prometedoras actuaciones en las pruebas, el resultado de la carrera subrayó una brecha cada vez mayor entre Yamaha y sus competidores. El futuro de Quartararo con el fabricante japonés ahora parece más incierto que nunca.
En Qatar, Quartararo expresó su frustración, señalando el significativo retraso del equipo respecto a los líderes en 17 segundos, un claro indicador de sus actuales dificultades. «Hemos retrocedido en comparación con otros, a pesar de haber progresado con la M1 desde el año pasado», comentó Quartararo, resaltando la incapacidad del equipo para mantener el ritmo con sus rivales, incluidos los equipos europeos e incluso Honda, a pesar de sus propios desafíos.
Quartararo también reflexionó sobre su inicio de carrera, donde siguió de cerca a Aleix Espargaró pero pronto se dio cuenta de que la ventaja anterior de Yamaha, especialmente en curvas largas, había desaparecido. Según Quartararo, aquí radica la debilidad actual de Yamaha, y el equipo está ansioso por comprender las razones detrás de este contratiempo.
El Campeón del Mundo 2021 señaló el problema principal de Yamaha no al final de la carrera, sino al principio, cuando los neumáticos son nuevos. «Perdemos más durante las clasificaciones y las primeras vueltas. Ahí es cuando nuestra carrera se decide básicamente», explicó, desconcertado por la incapacidad del equipo para mantener un ritmo rápido desde el inicio.
Este dilema en curso plantea preocupaciones significativas sobre el futuro de Quartararo con Yamaha, especialmente con su contrato que finaliza en 2024. Su talento innegable ha atraído la atención de otros equipos, y el propio Quartararo no ha descartado la posibilidad de irse, una decisión que podría depender de futuras actuaciones. «Es complicado porque conozco mi potencial y dónde podría estar», admitió, insinuando posibles cambios importantes si la situación no mejora.
Mientras Quartararo y Yamaha navegan por estos desafíos, el mundo de MotoGP observa de cerca, anticipando posibles cambios en alianzas y estrategias que podrían remodelar el futuro del deporte.