El fin de semana de la Fórmula 1 en Imola ha sido desafiante para los pilotos, especialmente durante la sesión de clasificación. La salida temprana de Sergio Pérez en el Q2 fue una sorpresa para Red Bull, resaltando la presión sobre el segundo piloto del equipo. Mientras Max Verstappen celebraba su pole position, la sesión de Pérez ya había terminado. Pérez admitió que fue una lástima, ya que creía que tenían el ritmo para un mejor resultado. A pesar de sentirse optimista después de los entrenamientos del viernes, Pérez cometió errores en el FP3 y en la clasificación, lo que lo llevó a perder el Q3. Esta subactuación pone a Red Bull bajo más presión de sus rivales, y su segundo coche puede pasar fácilmente desapercibido en un campo tan competitivo. Pérez, quien está en un período más largo de «probarse a sí mismo» esta temporada, necesita evitar un declive como el del año pasado.
En el otro extremo de la parrilla, hay preocupaciones sobre el futuro de Logan Sargeant con el equipo Williams. El jefe de equipo, James Vowles, discutió abiertamente la posibilidad de reemplazar a Sargeant, presentándola como una opción para el próximo año. Se especula que un cambio durante la temporada podría ser inminente. El rendimiento de Sargeant en la clasificación en Imola fue frustrante, ya que sus tiempos de vuelta fueron eliminados, resultando en la última posición en la parrilla por segunda vez esta temporada. A pesar de estar limitado por un piso más antiguo y más lento, su tiempo de vuelta ilegal fue solo unas décimas más lento que el de su compañero de equipo, Alex Albon. Sin embargo, ese resultado no contó, resaltando el problema recurrente de pequeños errores que oscurecen su buen ritmo. Sargeant necesita mostrar algo tangible para asegurar su posición en la F1.
El rendimiento de Daniel Ricciardo en Imola pareció respetable, con una posición en la parrilla en noveno lugar y una aparición en el Q3. Sin embargo, él admite que no es tan simple como parece. Ricciardo ha sido superado por su compañero de equipo, Yuki Tsunoda, a lo largo del fin de semana. Ricciardo ha tenido dificultades con los cambios de dirección en alta velocidad en el primer sector, lo que afectó su rendimiento general. A pesar de haber vencido a Tsunoda en China y haber tenido una buena carrera sprint en Miami, el impulso de Ricciardo parece estar disminuyendo. La presión de Helmut Marko y las dudas en torno a sus habilidades hacen crucial para Ricciardo presentarse de forma consistente y no ser eclipsado por Tsunoda.
Kevin Magnussen está enfrentando una temporada difícil, con Nico Hulkenberg destacándose en Haas. El futuro de Magnussen con el equipo es incierto, y él necesita un nuevo comienzo. Desafortunadamente, el resultado de la clasificación en Imola solo aumentó su miseria. Magnussen ya estaba detrás de Hulkenberg durante todo el fin de semana, y su última vuelta fue perjudicada por la interferencia de Oscar Piastri, de McLaren. Esta interferencia, que resultó en una penalización en la parrilla, dejó a Magnussen más de un segundo detrás de Hulkenberg. Magnussen cree que algo necesita cambiar para evitar que estos problemas ocurran repetidamente. A pesar de sentirse positivo sobre el rendimiento del coche, él estaba frustrado con la interferencia y el resultado débil en la clasificación resultante.