En un movimiento de alto riesgo, Estados Unidos ha enviado sus avanzados aviones de combate F-22 sigilosos a Oriente Medio, según un comunicado oficial del ejército estadounidense el jueves. Este despliegue es un esfuerzo estratégico para reforzar las fuerzas estadounidenses en la región ante las crecientes preocupaciones de un inminente contraataque iraní contra Israel.
El Comando Central de Estados Unidos reveló el despliegue como parte de una iniciativa más amplia para ajustar la «postura de fuerza» en la región. Este cambio tiene como objetivo minimizar las posibilidades de una escalada alimentada por Irán o sus grupos afiliados, aunque no se han revelado detalles sobre la cantidad de F-22 ni su ubicación precisa.
La decisión sigue una reciente directiva del Secretario de Defensa Lloyd Austin, quien ordenó el reposicionamiento de activos militares adicionales, incluyendo buques de guerra y un escuadrón de combate, en Oriente Medio la semana pasada.
Este aumento militar se produce después de un ataque con cohetes en Iraq a principios de esta semana, que dejó siete miembros del personal estadounidense heridos. Washington atribuye el ataque a un grupo miliciano respaldado por Irán, lo que aumenta aún más las tensiones en la ya volátil región.
A medida que las tensiones siguen aumentando, se espera que Teherán y sus fuerzas aliadas tomen represalias contra Israel por el reciente asesinato de figuras clave de Hamas y Hezbollah. Estos asesinatos, ya sea directamente reclamados por Israel o atribuidos a él, marcan una escalada significativa en una serie de ataques de represalia que han generado temores de un conflicto regional más amplio derivado de la guerra en curso en Gaza.