En el primer entrenamiento libre del Gran Premio de Las Vegas de Fórmula 1, Carlos Sainz sufrió un accidente y extensos daños en su Ferrari debido a una tapa de alcantarilla que se soltó, lo que motivó posteriormente la inspección de todas las tapas de alcantarilla de la pista. También Esteban Ocon (Alpine) se vio afectado, y ahora la Scuderia está considerando pedir una indemnización.
Además de los daños materiales que tuvieron que ser reparados, Sainz también fue objeto de una polémica penalización de diez posiciones en la parrilla, ya que excedió la asignación máxima de la temporada para uno de los componentes que resultó dañado. En un momento en el que hay una lucha reñida con Mercedes por el segundo lugar en el Campeonato de Constructores, las pérdidas pueden ser aún mayores si Ferrari no logra superar este desafío.
Frédéric Vasseur, jefe de equipo, admitió en declaraciones a Auto Motor und Sport que el equipo de Maranello puede solicitar una compensación por los daños causados: «La persona que tomó la decisión de la bandera amarilla vio algo, pero luego pasó un minuto hasta que se mostró la bandera roja. Tienes piezas de metal sueltas y pilotos a 340 km/h. Esta será una conversación privada que tendremos con los organizadores [sobre una posible indemnización]. Estoy molesto por el incidente, pero debido a la organización».
El francés también detalló los daños y mencionó que no hubo una advertencia sobre la tapa de alcantarilla suelta: «La pieza de metal cortó el coche a lo largo de todo su longitud. Había banderas amarillas en el lugar, por lo que debía haber una razón para ello, pero no se nos informó. Habría habido tiempo suficiente para advertir a todos».