En 2018, BMW anunció su entrada oficial en el Campeonato Mundial de Superbikes para la temporada 2019, un movimiento que inicialmente estaba planeado para 2020 pero se aceleró. A pesar de las altas expectativas, el camino de BMW en los primeros cuatro años solo produjo una única victoria, lograda por Michael van der Mark durante una carrera en mojado en Portimao. A pesar de estos desafíos, BMW no ha vacilado en su compromiso con el proyecto de Superbikes, considerando el 2023 como un año crucial de transformación.
Bajo el liderazgo de Marco Bongers, jefe de BMW Motorrad Motorsport, y con Chris Gonschor como nuevo director técnico del proyecto de Superbikes, BMW ha intensificado sus esfuerzos. Esto incluye una mayor sinergia entre sus divisiones automotrices y de motocicletas en Berlín y Múnich para intercambio de datos e investigación. La contratación de miembros del equipo de pruebas de MotoGP Sylvarin Guintoli y Bradley Smith para acelerar el desarrollo de la M 1000 RR, especialmente con la llegada del campeón Toprak Razgatlioglu, subraya la ambición de BMW.
El objetivo claro de BMW es ganar el Campeonato Mundial de Superbikes en 2025. El compromiso visto en el paddock de BMW, en términos de inversión financiera y de recursos, es incomparable con cualquier otro fabricante en el mundo de las Superbikes.
El reciente nombramiento de Sven Blusch como el nuevo jefe de BMW Motorrad Motorsport, reemplazando a Marc Bongers, quien ahora se enfocará exclusivamente en Superbikes y en el Campeonato Mundial de Resistencia a partir del 1 de junio, señala una realineación estratégica. Este movimiento plantea preguntas sobre la dirección futura de BMW y si sugiere una posible entrada en MotoGP.
Ganar en Superbike se ve como el escalón perfecto para que BMW entre en MotoGP. Con la parrilla de MotoGP sin Suzuki, se cree que Carmelo Ezpeleta recibiría con agrado a BMW, especialmente con un cambio regulatorio esperado en 2027 destinado a atraer a más fabricantes. Se rumorea que las nuevas regulaciones incluirán un cambio a motores de 850cc con menos potencia y aerodinámica menos invasiva.
Para BMW, una incursión en MotoGP requeriría un programa bien definido y meticulosamente planificado para garantizar la preparación. Con los recursos financieros y la experiencia técnica de Guintoli y Smith, junto con la exitosa sinergia entre sus divisiones automotriz y de motocicletas, BMW está bien equipado para enfrentar tal desafío. La llegada de Blusch añade a la especulación: ¿podría ser él el hombre para liderar a BMW en MotoGP?
Sin embargo, antes de que se puedan realizar cualquier ambición de MotoGP, el enfoque inmediato de BMW está en lograr el éxito en el Campeonato de Superbike, lo que serviría como la plataforma de lanzamiento ideal para una aventura en MotoGP.