El MotoGP está atravesando una fase decisiva en la temporada y con muchos cambios de cara a la parrilla del próximo año, con algunos asientos ya ocupados Luca Marini es uno de los pocos que tiene, por ahora, un lugar asegurado, donde continuará defendiendo los colores de Honda.
La temporada de debut de Marini con el equipo de fábrica de Honda, y en su cuarta en la categoría, está siendo una auténtica pesadilla con el piloto que después de siete rondas aún no ha sumado ningún punto, siendo el único a tiempo completo en el campeonato que no lo ha conseguido.
El italiano esperaba naturalmente dificultades y Honda es tradicionalmente uno de los fabricantes más fuertes, por lo que debería ser solo cuestión de tiempo hasta que vuelva a un nivel altamente competitivo, pero hasta el momento Marini ha tenido muchas dificultades, mientras algunos pilotos luchan con dudas sobre su futuro, ese no es el caso del #10, que está asegurado al menos hasta finales de 2025.
Ante el difícil momento que tanto Marini como Honda están atravesando, y con el piloto «atado» contractualmente, ¿qué puede hacer Marini para revertir el ciclo? La respuesta corta y rápida es… simple: enfocarse y trabajar para el futuro, de modo que el próximo año justifique ser un nombre apetecible tanto para Honda como para los demás fabricantes.
El año 2024 está prácticamente perdido en cuanto a resultados se refiere y con 13 rondas por correr, de un total de 26 carreras, mucho puede suceder y Marini tiene el tiempo de su lado para demostrar que la temporada actual puede ser una rampa para lo que podría suceder en 2025, un año que promete ser todo o nada para el piloto de 26 años (cumplirá 27 en agosto).