En el primer entrenamiento libre del Gran Premio de Las Vegas de Fórmula 1, una tapa de alcantarilla se soltó y causó daños en el Ferrari de Carlos Sainz, afectando también al Alpine de Esteban Ocon en menor medida. La situación provocó la cancelación de la sesión después de menos de un cuarto de hora y un fuerte retraso en el FP2, que debido a la hora tardía no pudo tener público en las gradas debido a la falta de personal necesario después de la sesión. Y ahora, estos espectadores podrían solicitar una indemnización millonaria.
La compensación ofrecida por el campeonato para aquellos que tenían entradas para el evento fue de 200 dólares de descuento en las tiendas oficiales de mercancía en el lugar. Una solución que no satisfizo a los afectados en absoluto. Y la empresa legal Dimopoulos ya ha presentado una demanda en nombre de los 35.000 aficionados afectados, junto con JK Legal & Consulting, según Motorsport.com.
La demanda alega «incumplimiento de contrato, negligencia y comercio engañoso» por parte del Gran Premio de Las Vegas y de TAB Contractors, la empresa encargada del mantenimiento de la pista. La reclamación afirma: «El sellado de la tapa de alcantarilla que se suponía que rodeaba la tapa estaba instalado, trabajado e inspeccionado por TAB en el marco de su contrato para trabajar en la pista y dejarla lista para las carreras. El trabajo en pista realizado por TAB, incluyendo la instalación de la tapa de alcantarilla que cedió y el cemento que sellaba la tapa, se completó solo días antes del evento de entrenamiento y la pista no estaba en condiciones preparadas en ese momento».
Los representantes legales de los aficionados consideran que la F1 y/o los respectivos contratistas y entidades de seguridad tenían la obligación de inspeccionar la pista y garantizar su seguridad y preparación. Además, el documento sugiere que las condiciones contractuales de las entradas preveían un reembolso en caso de cancelación en lugar de reprogramación.
Se reclaman 30.000 dólares por aficionado (27.400 euros) en indemnizaciones individuales, lo que, haciendo los cálculos, podría obligar a la F1 a desembolsar casi mil millones de euros en indemnizaciones. Por otro lado, Ferrari no descarta buscar una compensación por los daños causados en el coche de Sainz, como ya hemos informado en este artículo.