Linus Lundqvist hizo titulares el jueves como el primer piloto en sufrir un accidente durante las 500 Millas de Indianápolis. El novato estaba conduciendo el Honda #8 del Chip Ganassi Racing detrás de otros autos cuando perdió el control en la Curva 2 y chocó contra la barrera externa SAFER. A pesar de los graves daños en la parte trasera de su auto, el vehículo de Lundqvist permaneció apuntando en línea recta en la recta trasera antes de detenerse en la hierba cerca de la Curva 3. Con la ayuda del equipo de seguridad AMR, Lundqvist logró salir del auto, pero parecía afectado después del incidente a alta velocidad.
Hablando con NBC después de ser dado de alta del centro médico, Lundqvist se disculpó con el equipo por su error. Reconoció que el equipo había hecho un esfuerzo tremendo para preparar el auto y expresó su decepción por no cumplir con sus expectativas. Lundqvist admitió que cometió un error al tocar el borde en la Curva 2, lo que lo hizo perder el control. Él enfatizó que este era un tema común de discusión en la pista y asumió total responsabilidad por las consecuencias. A pesar del contratiempo, Lundqvist se mantuvo optimista, reconociendo el apoyo que recibió de Chip Ganassi y el equipo. Creía que se recuperarían de este incidente y aprenderían de él antes de la carrera.
El accidente ocurrió 90 minutos después del inicio de las prácticas del día, con Lundqvist completando solo 23 vueltas. El equipo pasó el resto del día reparando el auto, incierto si Lundqvist sería capaz de volver a conducir antes del final del día o si tendría que esperar hasta el viernes. El tiempo limitado en la pista debido a las interrupciones por la lluvia añadió al desafío, ya que solo estaban disponibles 2,5 horas para los equipos en los últimos dos días. En contraste, el resto de la parrilla aprovechó las condiciones soleadas para acumular tiempo valioso en la pista, dándoles una ventaja sobre Lundqvist.