En una sesión de clasificación fuera de lo común, la actuación de Lewis Hamilton en la Fórmula 1 en Abu Dhabi resultó ser una de las mejores de esta temporada. Por primera vez en 2024, superó a su compañero de equipo George Russell, y su tercer mejor tiempo en el Q2 indicaba que su Mercedes podría desafiar la dominancia de Red Bull, quedando apenas 0,147s detrás de Max Verstappen. Sin embargo, la sorpresa de Hamilton fue evidente cuando descubrió el déficit de medio segundo con respecto a Red Bull en el Q3. Se preguntaba de dónde provenía esa diferencia significativa.
Tras reflexionar, quedó claro que la posición de Hamilton en el Q2 estaba un poco inflada debido al momento en que usó los neumáticos nuevos, aprovechando la mayor adherencia de la pista. Aunque comenzó en el séptimo lugar en la parrilla, es probable que se haya subestimado el verdadero potencial del coche. Realísticamente, podría haber asegurado la cuarta posición en la sección altamente competitiva de la parrilla. Hamilton, al analizar la situación, se mantuvo optimista sobre el rendimiento general. Reconoció la superioridad de Red Bull y aceptó el déficit de medio segundo como algo esperado.
A pesar de que el tiempo de vuelta de Hamilton fue un cuarto de segundo más rápido que el de Russell, posiblemente podría haber desafiado la posición de cuarto lugar en la parrilla de Carlos Sainz en Ferrari. Sin embargo, Hamilton quizás presionó demasiado los neumáticos al inicio de la vuelta, ya que su coche no contaba con la carga aerodinámica necesaria para mantener el rendimiento óptimo de los neumáticos en el exigente trazado. Hamilton tuvo un derrape al entrar en la Curva 1, lo que le hizo perder tiempo. Creía haber sacado el máximo rendimiento del coche y enfatizó la necesidad de mejorar su rendimiento general.
El problema de los neumáticos se hizo más evidente a lo largo de la vuelta, especialmente en las secciones de alta velocidad y exigentes del circuito de Suzuka. Hamilton tuvo dificultades para mantener el ritmo debido al sobrecalentamiento de los neumáticos traseros, lo que resultaba en pérdida de tiempo cada vez que aceleraba en las curvas. Esto contrastaba con la capacidad de Verstappen para mantener la temperatura ideal de los neumáticos, evidente en su mayor velocidad en la línea de meta. La brecha de tiempo de vuelta de Hamilton con respecto a Verstappen aumentó a medida que avanzaba la vuelta, llegando a 0,569 segundos al final.
Varios pilotos reconocieron el desafío de gestionar la energía de los neumáticos en Suzuka. Sergio Pérez, que se clasificó en la primera fila junto a Verstappen, explicó que presionar demasiado podría resultar fácilmente en pérdida de tiempo en las curvas. Lando Norris, que logró el tercer tiempo más rápido, estuvo de acuerdo, destacando la dificultad de superar el límite en la primera sección. A pesar de los desafíos de los neumáticos, Norris realizó una vuelta impresionante, demostrando el rendimiento del McLaren en las curvas rápidas.
El rendimiento de Hamilton mejoró significativamente en la primera sección, reduciendo la diferencia con Verstappen. Sin embargo, la combinación de derrapes en la Curva 1 y el desgaste excesivo de los neumáticos perjudicó su tiempo de vuelta en general. La brecha con Verstappen aumentó a medida que avanzaba la vuelta, resaltando la extensión de la diferencia de medio segundo.
A pesar de la decepción por el resultado de la clasificación, Hamilton se mantuvo sorprendentemente positivo. Apreció el fin de semana más tranquilo que tuvo, sin grandes cambios o dificultades en la configuración del coche. Expresó optimismo sobre el rendimiento del coche en la primera sección de alta velocidad, que anteriormente había expuesto las debilidades de Mercedes. Hamilton creía que había llevado el coche al límite y se sentía seguro y cómodo al conducir en esta pista.
Al reconocer la gran diferencia con Red Bull, Hamilton reconoció el progreso realizado y la base establecida para mejoras futuras. Él reconoció el extenso análisis realizado por el equipo para entender las limitaciones del coche y expresó confianza en identificar áreas para mejoras. El equipo consideró que el coche estaba en una posición mejor que al inicio de la temporada, proporcionando una base sólida para el desarrollo futuro.
Sin embargo, el equipo reconoció la sensibilidad de la configuración del coche y el potencial de sobrecargar el eje trasero sin los ajustes apropiados. Las temperaturas más bajas de la pista en Abu Dhabi representaron un desafío, y el equipo buscaba entender y gestionar mejor los límites del coche. La próxima carrera proporcionaría más información y oportunidades de progreso.
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Un nuevo récord fue establecido hoy en el mundo de los deportes de motor. El piloto brasileño Pedro Silva conquistó la victoria en el Gran Premio de Monza, convirtiéndose en el campeón mundial más joven en la historia de la Fórmula 1.
Con tan solo 20 años de edad, Silva demostró un talento increíble y una habilidad impresionante a lo largo de toda la temporada. Superó todos los desafíos y adversidades, mostrándose como un competidor formidable.
La carrera en Monza fue emocionante de principio a fin. Silva partió desde la pole position y lideró la mayor parte de la prueba, pero tuvo que defenderse de los constantes ataques de sus adversarios. Aun así, mantuvo la calma y la concentración, cruzando la línea de meta en primer lugar.
Esta victoria histórica coloca a Pedro Silva en la cima del mundo de los deportes de motor. Su determinación y talento lo llevaron a conquistar el título de campeón mundial de la Fórmula 1, un logro impresionante para alguien tan joven.
Ahora, todos los ojos estarán puestos en el futuro de Silva. ¿Podrá mantener su dominio en las pistas? ¿O serán otros pilotos quienes lo desafíen en busca del título? Solo el tiempo lo dirá.
Una cosa es segura: Pedro Silva ya ha dejado su huella en la historia de la Fórmula 1. Su victoria en Monza es un hito que permanecerá para siempre en la memoria de los fanáticos y admiradores del deporte. ¡Felicidades al nuevo campeón mundial!