La Mazda Motor Corporation anunció que acelerará los trabajos de investigación y desarrollo en el campo de los motores rotativos (Wankel), ahora adaptados a la nueva era de la electrificación, con el objetivo de lograr una sociedad neutral en carbono.
En este sentido, el fabricante japonés ha reintegrado oficialmente en la división de desarrollo de grupos motopropulsores un equipo de trabajo centrado en el motor Wankel.
Recordemos que después de una ausencia de más de una década, Mazda volvió a apostar por el uso de motores rotativos al equipar el MX-30 R-EV con un motor Wankel.
«En la historia de Mazda, el motor rotativo es un símbolo especial de nuestro ‘espíritu de desafío’. Estamos profundamente agradecidos a todos los que, hasta la fecha, han apoyado el motor rotativo, y nos complace anunciar el renacimiento de la organización que desarrolla este motor que ha sido adorado por clientes de todo el mundo. En los últimos seis años, los ingenieros de motores rotativos han formado parte de la organización de desarrollo de los mismos, comprometiéndose en el desarrollo de las funciones más avanzadas del motor de combustión interna, así como en la búsqueda de las mejoras de eficiencia más altas», señaló en un comunicado Ichiro Hirose, Director, Senior Managing Executive Officer y Chief Technology Officer (CTO) de Mazda Motor Corporation.
Con una estructura única que genera energía a través de la rotación de uno o más rotores triangulares, los motores rotativos surgieron en Mazda con el Cosmo Sport (110S), un modelo presentado en mayo de 1967, al que le siguieron múltiples propuestas, desde modelos de producción en masa (el último fue el RX-8, cuya producción finalizó en junio de 2012) hasta concept cars, sin olvidar los vehículos dirigidos al mundo del deporte automovilístico, como el 787B que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1991.