A pesar de ser una diferencia significativa en el concepto, en parte, de la nueva moto para el ataque de 2024, Miguel Oliveira dejó claro que el ADN de la Aprilia RS-GP que montó el año pasado y la que tendrá a su disposición este año es similar, al menos en cuanto a la forma en que conduce. También admitió que le falta ‘algo’ en cuanto al ritmo de vuelta, aunque el paquete es ‘muy competitivo’.
‘Me gustaría decir que hemos cambiado algo, en términos de configuración, pero he hecho exactamente lo mismo en cuanto a la conducción. Para mí es algo altamente frustrante porque sabía que estaba conduciendo bien pero físicamente la moto no estaba «ahí» y finalmente lograron encontrar algo bueno para mí’, reveló el piloto portugués ante la mejora realizada en los entrenamientos.
Ante los recientes resultados muy positivos de Aleix Espargaró en Losail, se le preguntó a Oliveira si creía que podría estar luchando por los primeros puestos, y respondió positivamente diciendo: ‘Espero que sí. Sinceramente, viendo los tiempos por vuelta sentimos que estamos ahí. En cuanto al ritmo todavía estamos un poco cortos para desafiar, incluso en comparación con Aleix, pero creo que eso dependerá de la pista, las condiciones, los neumáticos, las cosas habituales, pero creo que tenemos un paquete muy competitivo’.
Respecto a si tuvo que hacer algún cambio en cuanto a su estilo de conducción propio de la moto de 2022, el #88 aclaró: ‘La moto es diferente pero no tuve que hacer ningún trabajo específico para cambiar mi estilo de conducción de lo que tenía con la moto de 2022. De hecho, tuve que cambiar mi estilo de conducción entre la moto que tenía en 2022 [KTM RC16] y la que tuve en 2023 [Aprilia RS-GP], pero entre estas dos motos específicamente el estilo de conducción es bastante similar’.