El evento de MotoGP en India siempre se esperaba que fuera desafiante. Entre problemas de aduanas, problemas fiscales (incluso se les pidió a los pilotos que pagaran una parte de los impuestos de sus salarios), un circuito que aún espera la homologación de la FIM (se espera que llegue un día antes de que las motos lleguen a la pista) y varios otros problemas imprevistos, la parada en el Circuito de Buddh se ha convertido en una verdadera prueba para los equipos.
Como se anticipaba, las complicaciones surgen a diario y la última se refiere a las visas de entrada. Dorna, el organizador del campeonato, tenía un acuerdo con las autoridades locales para simplificar estas formalidades, pero los resultados no han sido los esperados.
Speedweek contactó a varios directores de equipo que revelaron una situación bastante incómoda. Aki Ajo, jefe de dos de los equipos más importantes de Moto3 y Moto2, declaró: «todavía estamos esperando algunas visas. Algunos miembros del equipo no pudieron salir en los vuelos originalmente reservados».
No es el único que enfrenta este problema. Peter Oettl, seis horas antes de la salida, aún no había recibido los documentos necesarios. Jens Hainbach, vicepresidente de Racing para el Grupo Pierer Mobility (que incluye marcas como KTM, GasGas y Husqvarna), informó que «ninguno de nosotros tiene una visa electrónica todavía y alrededor de 50 de nosotros nos iremos mañana».
El desastre esperado parece estar desarrollándose, ya que la agencia local aparentemente no puede manejar todas las solicitudes de visa para el personal de MotoGP (se espera que alrededor de 2,000 personas estén en el paddock). «Tenemos que emitir todas las visas a mano, una por una», fue la información interna recopilada por Speedweek.
India es un mercado crucial para la industria de las motocicletas, pero organizar un Gran Premio está resultando ser una tarea muy compleja. Con solo unos pocos días para su debut en el calendario, las dudas aún superan a las certezas.