Davide Brivio regresa a MotoGP este año como el director del equipo de Trackhouse Racing, donde Miguel Oliveira y Raúl Fernández son los pilotos. La clase principal es diferente desde que se fue a finales de 2020, admitiendo que todavía necesita familiarizarse de nuevo con el campeonato.
El italiano explicó que es temprano en esta etapa para hacer evaluaciones sobre lo que se puede lograr en las carreras: ‘También es difícil juzgar en una prueba. Siempre tienes que ver tal vez dos, tres, cuatro carreras en el campeonato. Porque en la prueba tal vez haces una vuelta rápida. Pero ¿puedes hacer 15 o 25 vueltas rápidas? ¿Puedes ser constante? ¿Cómo es el consumo? Así que hay muchas cosas’.
Por otro lado, Brivio explicó que MotoGP es muy diferente ahora, considerando el ritmo de desarrollo de las motos: ‘Tengo que formarme una idea y necesito recopilar más información, pero por lo que puedo ver, un poco también en los últimos años, con esta aerodinámica, desarrollo, probablemente los pilotos tienen que desarrollar habilidades diferentes, formas diferentes de pilotar la moto. Y puedes ver incluso dentro de la misma marca, tal vez alguien está muy contento, alguien no puede adaptarse a la moto. Creo que en el futuro se convertirá en otra variable, tal vez tienes dos pilotos, ambos pueden estar muy contentos, y tal vez uno está contento y otro no puede adaptarse. Porque siempre necesitas ajustar tu estilo de conducción a la aerodinámica, dispositivos y todas estas cosas. Tengo la impresión de que se está convirtiendo… No diría un deporte diferente, pero necesitas un enfoque diferente en comparación con hace unos años, cuando la moto cambiaba, evolucionaba, pero digamos que siempre era la misma moto. Tal vez con un mejor motor, un mejor chasis. Aquí los pasos son mucho más grandes y en consecuencia es mucho más difícil para el piloto adaptarse a esas cosas’.
El director del equipo Trackhouse Racing ilustró con el caso de Oliveira, quien encontró una Aprilia RS-GP 2024 muy diferente a la de 2022 que condujo el año pasado: ‘Miguel pasó de la de 2022 a la de 2024. Parece ser un gran salto. Mi sensación fue como si casi cambiara de marca. No es solo una evolución, es un gran salto. Esto te dice cuánta diferencia hay entre una moto y otra en uno o dos años’.