El actual reglamento técnico de MotoGP solo durará dos temporadas más – 2025 y 2026 – antes de que se introduzcan nuevas reglas. Óscar Haro está de acuerdo con algunas de las medidas tomadas, considerando que el campeonato debe dar mayor preponderancia al piloto y restar peso al desempeño de la moto en el resultado final.
El antiguo director del LCR Honda afirmó en el podcast Fast & Curious: ‘Si tú me dices «Las carreras de antes eran más bonitas», no lo creo. A mí ha habido el año pasado, hace dos años que me ha degustado mucho las carreras de MotoGP porque la aerodinámica ha limitado muchas cosas. Y yo variaría unas cosas que se van a variar el 2027 como por ejemplo la cilindrada de las motos – me parece correcto. Me parece correcto quitar la aerodinámica, sobre todo la anchura de las motos, que sean más pequeñas. Me parece correcto que se baje – que creo que no se va a bajar, pero yo lo haría – bajar el número de revoluciones. No hace falta hacer velocidades de 360km/h; no hace falta porque nadie lo aprecia y sin embargo es muy peligroso y hace que no hay adelantamientos y hace otros factores que se crean que no son agradables. Y creo que lo más importante es que volvamos a un deporte donde le que manda, la importancia, sea el piloto y no la moto. Creo que esto es importantísimo’.
Y Haro dio un ejemplo: ‘Habíamos visto el año pasado que un tío como Luca Marini era capaz de ganar un Gran Premio o hacer primera línea y este año está el último en la parrilla. Eso no debería de existir; debería existir una hegemonía’.
La centralita única se introdujo en un contexto en el que limitaba posibles ventajas técnicas demasiado significativas. Para Haro, lo mismo debe hacerse en el campo de la aerodinámica: ‘Ahora hay que hacerlo con la aerodinámica porque los japoneses han perdido el tren y hay que esperarles porque los japoneses son muy importantes – tanto Yamaha como Honda, como Suzuki o como Kawasaki que puede entrar otra vez. Entonces creo que hay que hacer un campeonato con motos muy similares, muy seguras, pero sin privatizar la emoción de una carrera. Pero que ante todo gane un piloto y no una moto’.