Honda tuvo un año muy difícil en 2023, cuando Álex Rins tuvo el momento más importante en términos de resultados de carrera, ganando el Gran Premio de las Américas. Con el cambio a Yamaha, que ha sido «dependiente de Quartararo», la pregunta sigue en pie: ¿podrá el español hacer que su nuevo equipo vuelva a la senda de la victoria?
Con la despedida de Suzuki a finales de 2022, Rins se mudó a LCR Honda, después de que su entonces compañero de equipo Joan Mir se mudara al equipo de fábrica, y con el fabricante japonés lejos de su mejor momento, los resultados nunca fueron los esperados, sumado a una lesión que lo obligó a tomar una prolongada ausencia de la pista.
La carrera en Austin fue notable, pero el resto de la temporada con Honda no lo fue, con el piloto siempre teniendo un claro deseo de regresar a un equipo de fábrica. La oportunidad llegaría más tarde: el Monster Energy Yamaha MotoGP Team.
Al igual que Honda, Yamaha también está sufriendo por falta de competitividad y resultados que los puedan poner en el camino de la victoria y aún más lejos de competir con Ducati en este momento.
La primera (y única) victoria de Rins -y de Honda- en 2023 llegó temprano, en la tercera ronda del Campeonato del Mundo, pero el piloto tendrá otra oportunidad de volver al escenario grande en 2024.
Lo desconocido en este momento es en qué condiciones se llevará a cabo el trabajo de desarrollo de Yamaha, y aunque Quartararo ya ha demostrado estar entusiasmado por un lado, la verdad es que sus sentimientos están (una vez más) relacionados con la expectativa de lo que pueda suceder, y no tanto con lo que ya sintió durante las pruebas en Valencia al final de la temporada, en términos del rendimiento de la M1.
Aún faltan unos meses para el inicio oficial de la temporada, veremos qué puede suceder, pero si Rins puede repetir lo que hizo en Honda o no, esa es una pregunta que aún está por responder.