El jefe del equipo McLaren, Andrea Stella, refutó la acusación de Max Verstappen de que Lando Norris estaba involucrado en tácticas de conducción peligrosas durante el Gran Premio de Austria. Verstappen y Norris chocaron durante una intensa batalla por el liderazgo, con Verstappen moviéndose hacia Norris durante el frenado en la Curva 3. Ambos pilotos sufrieron pinchazos como resultado, arruinando sus posibilidades de victoria. Norris expresó su enojo hacia Verstappen, calificando sus acciones como «desesperadas» e «imprudentes». Verstappen, sin embargo, argumentó que Norris había intentado maniobras similares a lo largo de la carrera y criticó su estilo de conducción. Stella cuestionó las afirmaciones de Verstappen, afirmando que los intentos de Norris de adelantar resultaron en que disminuyera suficientemente la velocidad para permanecer en la pista o comprometer su propia trayectoria de carrera. Stella enfatizó que Norris no estaba «zambulléndose» en Verstappen, sino que estaba explorando los límites de la pista para realizar adelantamientos. También destacó que el trazado de la Curva 3 fomentaba tales maniobras. Stella concluyó afirmando que la caracterización de las acciones de Norris por parte de Verstappen como un «bombardeo» fue exagerada e imprecisa.
Stella estuvo de acuerdo con el punto de vista de Norris de que Verstappen estaba equivocado al ser inflexible en esa situación específica, ya que ella cree firmemente que la batalla habría continuado en las vueltas restantes.
«Tuve una conversación con Lando y leí sus comentarios», expresó ella. «Creo que hizo puntos válidos al afirmar que fue una batalla intensa, pero no había necesidad de acciones tan desesperadas.
«No debemos asumir que el mundo se acabará si el auto de atrás logra adelantar con éxito. Max, tendrás tu propia oportunidad. No será el fin del mundo si él logra hacerlo, porque se lo merece.
«Este es el tipo de mensaje que esperamos ver en el futuro. Vamos a evitar complicaciones adicionales.»