Tesla está anunciando la introducción de varias mejoras de seguridad en la generación actual del Model 3, que incluye la adopción del «Active Hood», o capó activo, con el objetivo principal de mejorar la protección en caso de colisión con peatones o ciclistas. La nueva función hace que el capó se levante automáticamente, reduciendo significativamente el riesgo de lesiones graves. Además, como respuesta inmediata, una alerta en la pantalla de bordo y una señal de colisión notificarán al conductor. Después de activar la función Active Hood, Tesla recomienda encarecidamente que el vehículo sea revisado en un centro de servicio de la marca.
El mecanismo, que ya es utilizado por otras marcas, utiliza sensores ubicados en la parte frontal del vehículo para detectar impactos. Con el Model 3 circulando a velocidades entre 30 y 52 km/h, después de detectar un impacto, la sección trasera de la estructura se eleva aproximadamente 80 mm, creando un mayor espacio entre el capó y los componentes debajo de él. Este dispositivo ya estaba integrado en la lista de equipos de seguridad de los Model X y Model S, pero solo en algunos mercados.