La Fórmula 1 está lista para hacer su tan esperado regreso al mayor mercado automotriz del mundo este fin de semana, poniendo fin a una ausencia de cinco años. El Gran Premio de China vuelve al calendario de la F1 después de haber sido suspendido debido a las políticas de COVID-19 del país. Esto significa que el circuito de Shanghái una vez más será el escenario de los autos de la era del efecto suelo, presentando un desafío para la mayoría de los equipos, especialmente en términos de degradación de neumáticos. Sin embargo, el regreso del GP de China se ha visto como un paso positivo para reducir el impacto global de la F1.
La importancia de correr en China no puede ser exagerada. Como el país con el mayor mercado automotriz y la segunda economía más grande, la Fórmula 1 ve esto como una oportunidad crucial para aumentar su popularidad. Toto Wolff, jefe de equipo, expresó su entusiasmo por el regreso al circuito de Shanghái, donde su equipo anteriormente emergió victorioso. Él cree que este fin de semana de carreras será un evento fantástico tanto para los equipos como para los fanáticos.
El GP de China también marcará la debut del nuevo formato de carrera sprint, que añade una capa extra de emoción al evento. Con solo una sesión de entrenamientos para ajustar sus autos, los equipos enfrentarán un conjunto único de desafíos. Wolff reconoció que el fin de semana será interesante y lleno de situaciones desconocidas en el circuito de Shanghái.
Aunque el segundo parc fermé implementado mejora el ritmo del fin de semana chino, Wolff admitió que el tiempo limitado de entrenamientos pondrá presión en los equipos para encontrar rápidamente la configuración correcta. A pesar de estas dificultades, todo el fin de semana de carrera promete ser emocionante para los fanáticos. Todos los ojos estarán puestos en el héroe local mientras compite en China por primera vez, y Mercedes estará determinada a recuperarse de una serie de carreras decepcionantes y asegurar puntos valiosos.