Enrico Balsamo, un diseñador de profesión, ha elegido uno de los desafíos más difíciles: representar una Moto Guzzi, con su motor de dos cilindros, pero en una versión eléctrica.
¿Heresía? Para nada, el futuro apunta en esa dirección, o más bien, incluso en esa dirección, por lo que no se puede escapar de este tipo de experimentación.
Lo que nos gustó especialmente fue la conversión eléctrica del motor, que conserva las características estilísticas del clásico motor de dos cilindros de Moto Guzzi. Es una innovación revolucionaria, que también es el nombre elegido para esta moto.
Las formas típicas de la Mandello V90 ocultan una tecnología diferente, así que en lugar de pistones dentro de los cilindros, encontramos baterías adicionales, mientras que el bloque único y la caja de cambios son reemplazados por la batería principal, con un motor eléctrico compacto que transmite el movimiento al eje de transmisión siempre presente.
El resultado estético es muy agradable, al igual que las líneas de lo que podría ser una naked de alto rendimiento, con algunas soluciones interesantes como el compartimento para casco ubicado donde normalmente se encuentra el tanque de gasolina.
La herejía de pensar en una Moto Guzzi eléctrica solo es parcialmente cierta, ya que la historia de la marca está vinculada a muchos tipos de motores. Es cierto que su conexión más profunda fue y sigue siendo con el V90, pero pensar en ello de esta manera no es una mala idea.